viernes, 26 de diciembre de 2008

El Cràneo no ha muerto!!


Qué dijeron Culepras cancerosas? este Cráneo es un super huevón? Pues le atinaron!!! después del tortuoso peregrinar por el tercer círculo del infierno durante la segunda mitad del 08, finalmente pude reposar mis añosos y mohosos huesos en la cripta familiar. La sangre de cien mil ratas rabiosas volvió a correr por lo que alguna vez fueron apetecibles, pulsantes y negras venas, codiciadas por toda la dinastía de Vlad el Empalador!!! Y estoy aquí, postrado ante este ominoso alter virtual, para escribir las últimas maldiciones y encantamientos de este año.

Repasaremos la increíble actividad de Thunderfive!!! esta máquina demoledora de metal, no ha dejado de rasgar el velo nocturno cada vez que el día pierde su batalla con las sombras. Cada vez más decibélicos, pesados y avasalladores son las sónicas homilías (ensayos) Y finalmente, después de pasar por algunos caminos espinosos, hemos encontrado método a la locura. Cada ensayo es un avance evidente. Las canciones se van perfeccionando, los sonidos, definiendo y la pesadez, incrementando. Ya hay cinco canciones originales listas: Thunderfive, Thunder Brother, Path of lies, Midnite Highway y una cosa abominable aún no tiene letra. Y detrás de esas, ya hay 4-5 riffs e ideas para seguir nutriendo de hits a la radio del infierno!!! Y me he hecho el firme propósito de que en el 09, Thunderfive grabará su primer CD. El drummer, el BP y el LV, firmarán un pacto con mi primo segundo, Azathoth, el demonio alado del sonido, que si no hay un compromiso firme de grabar el disco, se pudrirán en vida a la siguiente cuba que se tomen (aquí también se incluyen las cervezas sin alcohol!!) y no tendrán lana para comprar discos.

Pustulosos lectores, los dejo con testimonios visuales de la magia negra que hacemos cada viernes.

Y nos leemos, con más frecuencia, en el 09!!!

martes, 24 de junio de 2008

La Negra Profecía se ha cumplido


“Entre los olvidados osarios donde reposan los huesos de los demonios más criminales del inframundo, El Cráneo aquel que cabalga sobre las alas de la muerte, comandando a hordas ciegas y enloquecidas por la sangre, ha escrito esta profecía sobre la mismísima piel de Judas:
“En el año en que los herejes mentirán tres veces para desterrar el pasado de sus sentidos,
Aquel que oficia la sónica homilía cubierto de cuero negro y picos plateados para los defensores de la fé,
Regresará cubierto de espíritus del pasado, agoreros de la guerra, la peste, el hambre y la muerte,
Para condenar a los que le dieron la espalda a la pesada cruz del metal, ¡con algo más espantoso que la muerte…!”
Judas Priest cumplió su propia profecía, callando bocas y reventando oídos en todo el submundo metalero. Su más reciente entrega, un CD doble –el primero en su mítica carrera- toma la vida y obra de Michel de Notredame, mejor conocido como Nostradamus y la envuelve en una obra conceptual que rebasa con mucho los confines del universo metaleros que el mismo Priest ha ayudado a definir y delimitar por más de 30 años.
Nostradamus es, como lo fue el profeta que con sus cuartetas de revelación y condenación, sorprendente y enigmático. El regreso de Halford a la iglesia del Sacerdote Judas fue todo un éxito entre los headbangers más dementes. Su entrega 2005, Angel of Retribution, fue más que nada, un exabrupto distorsionado resultado de la tremenda excitación que causó la reunión. El tremendo legado de su último disco juntos –el imperecedero y legendario Painkiller, tal vez su obra más brutal- sepultó al Ángel de la Retribución, porque éste apostó más por el estilo que por el talento. Pero Angel… en realidad no representó el regreso del verdadero Priest que el 50% del planeta esperaba.
En busca de revolucionar su música y cimentar su lugar como la banda de heavy metal por excelencia –trono disputado y de hecho en posesión de otra bestia maligna, Iron Maiden- se adentraron en los ignotos océanos del tiempo para encontrar un hombre que juraba ser un elegido de Dios, un profeta de los tiempos por venir.
Con esta tarea, el quinteto, pero sobre todo Halford y el mortífero dúo de Tipton y Downing, comenzaron a desarrollar el concepto completo para luego crear la música. En Nostradamus la idea definió el estilo. Por primera vez en más de tres décadas, no había que componer canciones aisladas, una más veloz y brutal que la anterior, sino crear en los ámbitos del metal y más allá, una historia sonora, una narración biográfica sostenida por solos y la portentosa voz de Rob.
Tal vez su fama de ser la banda epítome del metal en base a discos como el mencionado Painkiller, Screaming for Vengeance o Defenders of the Faith, donde el doble bombo, los solos gemelos, taladrantes y abrasivos y los gritos de ultratumba crearon el mapa del género, los pudo haber obligado a vaciar la desmedida y desenfocada brutalidad del Angel.. Pero en vez de eso –como lo leí acertadamente en una reseña en Amazon- la banda hurgó en su pasado y encontró el camino en el estilo y ambientes del Sad Wings of Destiny, tal vez el disco menos apreciado, pero uno de los mejores 3 o 4 de su carrera. Pero va más allá. El Cráneo encuentra ejercicios que KK y Glenn hicieron con Ripper Owens sobre todo en el álbum Demolition y algo más. Tal vez suene a herejía, pero creo que ahora el maestro tomó algo del alumno. El uso de teclados y de pasajes que alcanzan el adjetivo de sinfónicos que aderezan con dramatismo y le brindan continuidad a esta obra conceptual metalera, se pueden escuchar de manera muy similar –e igualmente sobresaliente- en el más reciente álbum de los alemanes Primal Fear, llamado New Religion.
Nostradamus es una propuesta integral, donde es muy complicado extraer temas individualmente para que tengan el mismo valor musical que tienen al estar inmersos en la escucha completa del álbum doble. Podríamos destacar Prophecy, Pestilence and Death, Future of Mankind, pero sobre todo, Nostradamus, una entrega que sintetiza el poder metalero del Priest con algunas vueltas de tuerca que hará que tu corazón reviente y comiences a sangrar por todos los orificios del cuerpo. En general, es un álbum a medio tiempo, que nos recuerda más precisamente al Sad Wings… o al British Steel. Pero encontraremos cortes que sin duda representaron el reto más grande de esta banda en su historia. En aras de contar la historia, de tener coherencia dramática, hay pasajes que podemos etiquetar de tranquilos con momentos acústicos y ambientados con teclados cortesía del tecladista preferido de la corte real del rock británico: Don Airey.
Pero de lo mucho de valioso que tiene Nostradamus, tal vez lo más evidente es lo más gratificante: Rob Halford se erige, de una vez y para siempre, como el mejor intérprete –que no solo cantante- del metal en la historia. Del Halford desenfrenado con ganas de contagiar su actitud metalera a gritos, ahora parece que Michel de Notredame posee la voz de Rob y se manifiesta a través de él. A veces misterioso y profundo, luego suplicante de Dios y en otros como juez de la humanidad, con maldad y sangre fría condenándonos al Apocalipsis, el Metal God nos brinda su actuación más soberbia e impresionante.
Otro beneficio que ofrece Nostradamus a los melómanos de sangre caliente, es que es obligado a escucharlo completo: CD tras CD. Basta de los productos prefabricados para huevones que solo quieren escuchar dos cancioncitas o para apendejados que no pueden seguir el hilo conceptual y narrativo si no es por la televisión y el cine. Es un regreso a los tiempos cuando el elepé era una obra de arte en sí misma, una experiencia única, irrepetible e inspirada.
Nostradamus no será el disco insignia de Judas Priest, porque el Priest es la definición de heavy metal y sus clásicos se siguen headbangeando en los nueve círculos del infierno. Pero lo que sí es: el testimonio sólido y grandioso de una banda que tuvo los huevos de reinventarse y de comprarse otros 100 años de gloria. Si el pasado es glorioso, el futuro del Sacerdote Judas es impresionante. Ya suenan las campanas para misa…
Rating: 5 de 5 proféticas estrellas

miércoles, 14 de mayo de 2008

T5 & Zakk Wylde meet in Mexico!!


Un encuentro infernal!! Zakk, el héroe perfecto de la lira metalera fue literalmente secuestrado por Thunder5 un día antes del Ozzfest en México. Chela en mano, dedo jodido, lentes oscuros y chaleco de piel, Zakk se portó poca madre con el LG (lead guitar) mientras lo entrevistaba para Rolling Stone Mexico (esperen la entrevista en el número de junio!!). Mientras, la base rítmica sacaba fotos y se rería de las anécdotas etílicas de Zakk, su aventura de 21 años con Ozzy y demás.
Y para cerrar con broche de oro, Zakk autografío a The Dark Ride (Gibson Les Paul Menace del LG), junto con otros posters y demás.
Y si eso no era suficiente, T5 salió de ahí con una Epiphone Zakk Wylde autografiada, que antes de ser entrega a la RS, fue calada en el mero averno: el toquín de T5.

Ya hablaremos posteriormente de lo bien que están sonando los ensayos, del avance sónico que esta unidad de terrorismo metalero está teniendo cada viernes.

Salud Zakk!!!

jueves, 21 de febrero de 2008

Primal Fear - New Religion


Todos los dioses del inframundo metalero, han proclamado su nueva religión e iniciado su propia cruzada para descabezar herejes e imponer su ley bajo el filo de las guitarras y el poder de la batería. La nueva propuesta de creencia nos llega desde Alemania, país con tradición guerrera y sangre imbatible. Pero lo sorprendente es que no viene de una banda como Helloween o Blind Guardian, sino de la banda de power-metal que tomó el catecismo en la Iglesia del Sacerdote Judas. Primal Fear, quinteto teutón que durante años no sólo izó y ondeó el estandarte como defensores de la fe, sino que se lo arreabataron de las manos al mismísimo Priest cuando era comandado por Owens, ha ido modificando su tortura sonora.
Del implacable, corrosivo y humeante Nuclear Fire (2001) donde la única forma de salvación de su abominable pesadez y metalera obsesión era cercenarse las orejas con el mismo CD y metérselas en los conductos auditivos para dejar de escuchar, Ralph Scheepers (ex-GammaRay) y legión teutónica han avanzado de manera gradual, a veces errando, pero en la mayoría de las ocasiones, conquistando terrenos interesantes en el campo de batalla del metal. Ya desde el apocalíptico Seven Seals de 2005, había tendencia por temas más largos, pasajes orquestales construídos desde los teclados y sobre todo, ataques más estudiados, pero igual de letales.
Pero que no se logró en Seven Seals, se alcanza con creces en la décima entrega. New Religion, con su portada que nos recuerda la herencia teutona de la banda, los Fear finalmente encuentran la fórmula que los separa de su pasado Priest para encontrar un sonido propio. Sin dejar de lado el ataque abominable del tandem de lireros y los mazasos al cerebelo que receta Randy Black con el doble bombo, encontramos un disco balanceado, con un hilo conceptual (temático y sonoro) donde conviven el ángel y el demonio, la caricia y el látigazo, la expiación y la condenación. Sin preguntas, sin concesiones, el álbum nos quiebra el espinazo con el primer track (Sign of fear) donde dan ganas de pedir perdón al creador y suicidarse ante la brutalidad de la ejecución. Pero el verdadero valor de New Religion, inicia en el track dos. Una historia concatenada musical y líricamente sobre la búsqueda de la redención de los pecados interiores. Scheepers aparece encarnando a un miserable ser que batalla desde afuera para liberarse de la opresión interna de sus faltas. Face the emptiness es la introducción a una vida y a un mundo interior vacío. De ahí y durante los siguientes 20 minutos, se discurre una historia donde rolas a medio tiempo y con melodías pegajosas pero hirientes nos cuentan cómo el personaje lucha contra la oscuridad interior. Every time it rains encontramos la voz de Simone, de Épica, que le da el toque celestial a la endemoniada voz de Ralph, mientras arreglos de violines y acordes de poder crean momentos de headbanging pero con esencia. La lírica es una súplica a dueto: "Cada vez que hablan los ángeles, no puedo evitar seguir cayendo". Seguida de la pesadísima New Religion, donde un parece que un ángel caído canta desde el vientre "Sálvame de mi mismo, llévate el dolor" con un coro que nos invita a seguirlo hasta el fin del mundo. La obra continua con Fighting the Darkness en tres actos, como si se tratara del descenso al infierno y el ascenco al cielo en La Divina Comedia.

A partir de Blood on your hands, New Religion se transforma en una colección de temas pesados, con toques orquestales, pero con un muy agradable giro melódico aquí y allá.

En total 13 tracks de excelente manufactura metalera de una banda que no se ha quedado en la edad de las cavernas del heavy, ni siendo una excelente copia del Priest. Primal Fear sin duda encabeza la lista del power metal teutón con esta entrega muy lograda, metalera pero con consistencia y con pasajes tan variados que jamás te aburrirás de ponerlo en el CD player.


Calificación: 4.5 aves de fuego

Zakk & the Dark Ride

Zakk & the Dark Ride
Zakk autografiando a The Dark Ride